Desde el 15 de abril, los enfrentamientos en Sudán entre el ejército regular, dirigido por el presidente Abdel Fattah al-Burhan, y las Fuerzas Paramilitares de Apoyo Rápido, dirigidas por el general Mohammed Hamdan Daglo, conocido como Hemedti, han provocado desplazamientos, muertes y hambruna. Según la OIM (Organización Internacional para las Migraciones) se trata de la peor crisis humanitaria que se ha vivido en el País; han sido 1.1 millones de personas obligadas a abandonar sus hogares, tanto de la capital, Jartum, como otras ciudades.
Fr. Peter Tindo, OFM, guardián de la fraternidad en Jartum, tuvo que abandonar su convento para buscar un lugar seguro en Juba, Sudán del Sur. Narra su experiencia: “El 12 de mayo dejé Jartum. La situación era dramática, había armas por todas partes; tras un mes de combates, las provisiones que la gente había almacenado se estaban agotando, la comida empezaba a escasear, mucha gente estaba muriendo”. Y agregó: “Esta guerra no perdona a nadie: incluso los civiles, que no están en guerra, son alcanzados por las balas. Otro problema son los saqueadores, que asolan las casas para robar. Si estás en la calle, la gente te ataca y te quita lo que llevas en las manos o en los bolsillos. Así que la Ciudad se estaba volviendo muy peligrosa e insegura”.
Fr. Peter cuenta con mucha tristeza su dolorosa partida de Jartum. “Para salir de la capital corrí un gran riesgo. Alguien me llevó a la estación de autobuses y luego, con otras personas, me subí a un pequeño vehículo que nos llevó fuera de Jartum, a la frontera de Joda [con Sudán del Sur]. Pero era muy arriesgado. Cuando nos acercábamos a nuestro destino, los aviones militares estaban justo encima de nosotros, pero conseguimos salir del país sanos y salvos. Hay muchos puestos de control donde comprueban lo que llevas y te lo quitan todo; a mí me quitaron el poco dinero que llevaba para el viaje”.
A la pregunta de cómo se puede ayudar a tantos desplazados, Fr. Peter respondió: “Antes que nada, sería mejor ayudar a los desplazados que se encuentran en Renk [zona nororiental de Sudán del Sur]. Necesitan urgentemente mosquiteras, sábanas para protegerse del sol, comida y agua. Éramos unos 10.000 o 20.000 a la intemperie en Renk. Después pensamos también en la gente que se quedó en Jartum. En cooperación con la iglesia local podemos hacer llegar cosas a los necesitados”.
El 21 de mayo, durante el rezo del Regina Caeli el Papa Francisco renovó el llamado a la paz en Sudán y pidió la intervención de la comunidad internacional: «Al alentar los acuerdos parciales alcanzados hasta ahora, renuevo mi sentido llamamiento a que se depongan las armas, y pido a la comunidad internacional que no escatime esfuerzos para hacer prevalecer el diálogo y aliviar el sufrimiento de la población. Por favor, no nos acostumbremos a los conflictos y a la violencia».
El Ministro General, Fr Massimo Fusarelli, a través de la Fundación OFM Fraternitas, puso en marcha un comité para coordinar y apoyar a las poblaciones desplazadas en Sudán a través de nuestros hermanos presentes en Sudán del Sur y en Egipto. Para apoyar a nuestros hermanos y hermanas que sufren el conflicto, puede hacer su donativo en el siguiente enlace: Emergencia Sudán